
Para los cálculos, Landcare ha tenido en cuenta las emisiones medias de los aviones utilizados por los invitados internacionales y los vehículos empleados en los traslados por Londres. Pero no sólo contaron los privilegiados que pudieron entrar en la Abadía de Westminster. Hay que tener en cuenta la expectación levantada por el enlace -un billón de espectadores en todo el mundo- y los numerosos turistas y curiosos desplazados a la capital británica para intentar atisbar algo entre la multitud. Al parecer, el Metro generó 3.957 toneladas de gases contaminantes y el ferrocarril otras 200.000.
Y toso ello sin contar las fiestas callejeras y la producción extra de motivos ornamentales (banderas, carteles, merchandising…) que habrían hecho subir extraordinariamente el consumo eléctrico. Quizá por eso los novios decidieron apagar las luces de Buckingham Palace durante la noche y solicitaron la instalación de sistemas de reciclaje. Su granito de arena.
Fuente: Brujula Verde
No hay comentarios:
Publicar un comentario