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miércoles, 26 de agosto de 2009

Una masa de agua cálida invade el Ártico y derrite el hielo a gran velocidad

El equipo internacional que acaba de regresar de la primera campaña oceanográfica en el Ártico del proyecto Artic Tipping Points (ATP, Cambios Bruscos en el Ártico) ha constatado que una masa de agua cálida atlántica invade gran parte del sector europeo del Océano Glaciar Ártico, lo que provoca la fusión rápida del hielo, así como el desplazamiento de especies propias de esta zona hacia el norte.

La expedición, en la que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se ha realizado a bordo del buque oceanográfico noruego Jan Mayen y pretendía determinar a partir de qué nivel de calentamiento pueden producirse cambios bruscos en el Ártico. A su vuelta, los investigadores han lanzado la primera estimación clara: el nivel de calentamiento ha de situarse entre los 3ºC y los 5ºC sobre los niveles de referencia de 1990 para que se produzcan cambios bruscos en este punto del Planeta.

El Ártico es la zona del mundo donde más rápido está aumentando la temperatura, con una tasa de calentamiento tres veces mayor que el resto de la Tierra: se espera un calentamiento en la zona de hasta 9ºC durante el siglo XXI. El investigador responsable del equipo del CSIC en el proyecto y Premio Nacional de Investigación Carlos Duarte afirma que «las predicciones que hablaban de una rápida fusión del hielo se han visto sobrepasadas por las observaciones y durante los años 2007 y 2008 ha tenido lugar una pérdida brusca de hielo en el Océano Glaciar Ártico que ha supuesto la disminución de más o menos la mitad de la superficie de hielo que quedaba normalmente al final del verano».

La espectacular aceleración de la pérdida de hielo en el Ártico en los últimos años sugiere que el cambio climático «ha entrado en una nueva fase en esta región, con posibles consecuencias globales», advierte Duarte. De esta forma, el Océano Glaciar Ártico «podría quedar libre de hielo en verano en un par de décadas, o quizás antes», añade.

Los investigadores del CSIC también han detectado que la mortalidad de los organismos más característicos de la comunidad del Ártico aumenta rápidamente con la temperatura. El equipo internacional ha hallado que el copépodo (pequeño crustáceo) Calanus glacialis, un nodo central de la cadena alimenticia del Ártico, había desparecido de áreas en las que antes era abundante. «El desplazamiento hacia el norte de las aguas cálidas atlánticas ha desplazado a las especies del Ártico», ha señalado el investigador Miquel Alcaraz.

El proyecto, en el que han participado investigadores noruegos, daneses, rusos, polacos, portugueses, franceses, británicos, suecos y españoles, ha sido financiado por la Unión Europea y con la colaboración de la Fundación BBVA. «Las regiones polares del planeta ya no son la última frontera, sino que son las trincheras de la lucha contra el cambio climático», concluye Duarte.


lunes, 25 de mayo de 2009

Científicos y habitantes del Ártico colaboran en una investigación sobre los retos del cambio climático

Comparar los casos de ocho países árticos para comprobar la adaptación y vulnerabilidad de sus habitantes al cambio climático es la finalidad del proyecto de investigación CAVIAR, enmarcado en el Año Polar Internacional, informó el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).

Las regiones árticas se enfrentan a numerosos retos a medida que las temperaturas aumentan allí el doble de rápido que la media mundial. En algunas comunidades del norte de Noruega, los patrones de los vientos están cambiando y los peces se van desplazando hacia el norte. Los habitantes de Tuktoyaktuk (norte de Canadá) llevan mucho tiempo contemplando cómo se erosionan sus costas, pero este proceso podría acelerarse debido al incremento de las temperaturas y a la mayor fuerza de las tormentas.

"Lo que hace que este proyecto sea único es que incluye a todas las partes interesadas desde el principio y a lo largo de todo el proyecto de investigación. Ellos son los que definen la investigación", explicó Grete K. Hovelsrud, directora del proyecto e investigadora principal del Centro para la Investigación del Clima y el Medio Ambiente de Oslo. Hovelsrud y su equipo han presentado la iniciativa a las comunidades del Ártico para que, si están interesadas, se inicie un diálogo entre los investigadores y las partes involucradas. "Nos cuentan cuáles son las cuestiones más importantes en sus comunidades, ya sean de índole social, política o medioambiental", señaló la antropóloga.

Investigadores noruegos y canadienses han viajado recientemente hasta el norte de Noruega para intercambiar conocimientos y conocer a algunos de los habitantes que colaboran en el proyecto. "Hay una tendencia por parte de los investigadores que trabajan en el Ártico canadiense a recopilar información, pero sin compartirla con la comunidad. Uno de los objetivos más importantes de este proyecto es conseguir que esos resultados lleguen a la comunidad. Cuando las comunidades dispongan de esa información, les será más fácil tomar decisiones respecto a riesgos futuros", explicó Mark Andrachuk, investigador de la Universidad de Guelph (Canadá).

Formar parte del plan tiene "ventajas e inconvenientes, porque el cambio climático conlleva retos para la comunidad", afirmó Inger Katrine Juuso, alcaldesa de Nesseby, uno de los municipios noruegos que participan en el proyecto. Sin embargo, Juuso se alegra de que las comunidades adquieran visibilidad y sean conscientes de los cambios. "La fuerza de los vientos ha aumentado, las lindes de los bosques se desplazan, el número de depredadores está creciendo", apuntó.

"La gente habla de que los inviernos están cambiando", comentó Toril Svendsen, un director de proyecto en el municipio de Lebesby, otro pueblo del norte de Noruega. "Los inviernos son más suaves de lo que solían ser. Si esto sigue así, acabaremos esperando hasta febrero para tener las condiciones de nieve a las que estamos acostumbrados. Esto crea retos para la industria del turismo, pero también es problemático para nuestro bienestar general. Aquí está oscuro en diciembre y enero. Estamos acostumbrados a que la nieve aporte algo de luz", explicó Svendsen.


martes, 31 de marzo de 2009

La Plataforma Wilkins, una nueva víctima del aumento de temperatura.

Estos días estamos siendo testigos del inminente desprendimiento de la plataforma de hielo Wilkins, que cubría 14.000 km2 de la península antártica.

La desintegración comenzó en marzo de 2008, cuando se desprendieron 405 km2 de la plataforma. A finales de mayo hubo otra rotura, de cerca de 160 km2, que hizo que se estrechara la franja de hielo que une la plataforma y la superficie continental. La placa siguió sufriendo pérdidas, en durante el 2008 se habían perdido en total 2000 km2. En enero de 2009 se anunció que la plataforma podría separarse del continente en cuestión de semanas o meses.

Actualmente toda la placa esta cuarteada y un 25% se ha fragmentado, lo que ha causado que se puedan ver numerosos icebergs flotando por el océano. Se encuentra unida al continente por un puente de hielo de 40 kilómetros de largo, con un espesor que fluctúa entre los 2 km. y los 500 metros en su punto más estrecho.

Estos desprendimientos no suelen afectar al nivel del mar significativamente, sin embargo, las plataformas hacen de barrera para los glaciares que se encuentran sobre tierra, al desaparecer estas barreras los glaciares podrían desplazarse hacia el agua y esto sí alteraría el nivel del mar.

En todo caso, la pérdida de plataformas continentales sí afecta las condiciones de vida. Los investigadores han notado un aumento de penetración de la luz dentro del agua, y de materiales liberados por los icebergs, lo que ha traído consigo una mayor actividad biológica y una mayor presencia de fauna.

La temperatura promedio en la península ha aumentado 2.5ºC en los últimos 50 años, lo que significa el mayor incremento de temperatura del planeta. Durante este mismo período de tiempo han retrocedido o colapsado 9 plataformas, desapareciendo así unos 25.000 kilómetros cuadrados de hielo. ¿Cuánto más nos vamos a permitir perder?


martes, 3 de marzo de 2009

El nivel del Mediterráneo puede aumentar más de medio metro en este siglo

Partiendo de modelos globales del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en ingles), una investigación hispano-inglesa ha propuesto tres futuros escenarios de los efectos del cambio climático en el Mediterráneo para los próximos 90 años. Los resultados demuestran que las temperaturas del océano en esta área aumentarán, y con ellas el nivel del mar, según indicó el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).

Con el objetivo de predecir la temperatura, el nivel del mar y la salinidad del Mediterráneo en el siglo XXI, investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) y del Centro Nacional de Oceanografía de Southampton (Reino Unido) han analizado simulaciones a partir de tres escenarios relacionados con el cambio climático y el aumento de gases de efecto invernadero. "En el escenario más positivo se asume que las concentraciones de gases de efecto invernadero se mantienen constantes a las del año 2000 y, aun así, sigue habiendo influencia de cambio climático. El escenario más negativo presenta un desarrollo económico heterogéneo en todo el mundo con un aumento continuado de los gases de efecto invernadero durante el siglo XXI", explicó Marta Marcos, autora principal e investigadora de la UIB.

El escenario más positivo refleja que los cambios son menores y el Mediterráneo registraría a finales del siglo XXI un aumento de la temperatura de menos de un grado centígrado. Los otros dos escenarios contemplan un aumento de los gases de efecto invernadero en las próximas décadas y predicen un incremento de la temperatura del mar de hasta 2,5 grados.

A largo plazo, el nivel del mar puede variar por los cambios en la temperatura (un calentamiento implica un incremento de volumen) y por aportes de masa. "El nivel de todo el Mediterráneo aumentará entre 3 y 61 centímetros de media por efecto del calentamiento", aseguró Marcos.

En cuanto a los aportes de masa por deshielo de los polos y de los glaciares continentales, existe "mayor incertidumbre" y no está contemplado en el estudio. Donde más interesa conocer el aumento del nivel del mar es en las costas, "pero ahí es donde menos se sabe por la baja resolución espacial de los modelos", añadió la investigadora.


sábado, 28 de febrero de 2009

El deshielo de los polos afecta ya a las corrientes oceánicas

Una investigación en el marco del Año Polar Internacional (API) 2007-2008 aporta nuevas pruebas sobre la generalización de los efectos del calentamiento global en las regiones polares, según han anunciado sus autores en un comunicado. La nieve y el hielo están disminuyendo en ambas regiones polares, lo que afecta tanto a la vida humana como a la vida animal y vegetal local del Ártico, y a la circulación oceánica y atmosférica mundial y al nivel del mar. Estos son sólo algunos de los resultados que figuran en el documento Estado de la Investigación Polar [archivo en PDF], publicado hoy por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU).

El API se puso en marcha en marzo de 2007 y comprende un período de dos años que abarca hasta marzo de 2009 para permitir que se puedan realizar observaciones en ambas regiones polares. Para Michel Jarraud, Secretario General de la OMM, “las nuevas pruebas resultantes de la investigación polar consolidarán la base científica sobre la que se fundamentarán las actividades del futuro.”

El comunicado de prensa asegura que ahora queda claro que las capas de hielo de Groenlandia y de la Antártida están perdiendo masa, lo que contribuye a la elevación del nivel del mar. El calentamiento en la Antártida está mucho más generalizado de lo que se pensaba antes del API y resulta que en Groenlandia cada vez hay menos volumen de hielo. Los investigadores también descubrieron que en el Ártico, durante los veranos de 2007 y 2008, la extensión mínima del hielo marino durante todo el año disminuyó al nivel más bajo detectado nunca desde que empezaron a elaborar a registros satelitales hace 30 años.

En las expediciones realizadas en el marco del API se registró también un ritmo sin precedentes de la deriva de los hielos en el Ártico. Debido al calentamiento global, cambiaron los tipos y el alcance de la vegetación en el Ártico, lo que afectó a los animales de pastoreo y a la caza. Otras pruebas del calentamiento del planeta son las obtenidas por los buques de investigación del API, que han confirmado que el nivel de calentamiento del océano Austral está por encima de lo normal. El enfriamiento de las corrientes de los fondos oceánicos cerca de la Antártida es coherente con el aumento del derretimiento del hielo de la Antártida y podría afectar a la circulación oceánica. Por consiguiente, el calentamiento global afecta a la Antártida de formas que antes no se conocían.

La investigación realizada en el marco del API también ha identificado grandes reservas de carbono almacenado como el metano en el permafrost (capa profunda del suelo permanentemente helada). El deshielo del permafrost amenaza con desestabilizar el metano -un gas de efecto invernadero- almacenado y enviarlo a la atmósfera. De hecho, los investigadores del API que se encontraban a lo largo de la costa de Siberia observaron emisiones sustanciales de metano procedentes de los sedimentos de los océanos.


martes, 27 de enero de 2009

La plataforma de hielo Wilkins está a punto de colapsar

La plataforma de hielo Wilkins, en la península antártica, se convertirá pronto en la décima capa de hielo flotante en desaparecer en el océano de los últimos 50 años. Las plataformas de hielo son extensiones de capas de hielo continental que flotan en el mar. Pueden tener varios metros de grosor. La mayor de la Antártida, lade Ross, es tan grande como Francia.

Desde la primavera pasada, la plataforma Wilkins se mantiene pendiente de un hilo, y actualmente está unida por una franja de hielo de apenas 40 kilómetros de largo y 500 metros de espesor en su punto más estrecho. Según los científicos, su colapso es inminente y es un milagro que no haya ocurrido ya.

Hemos venido a la Plataforma Wilkins para verla morir“, dice David Vaughan, glaciólogo de la Inspección Antártica Británica (British Antarctic Survey). La plataforma tiene una superficie de miles de kilómetros cuadrados y sobresale 20 metros por encima del mar junto a la península antártica. La franja que la mantiene en su sitio, ahora de 40 kilómetros, era hace 50 años de 100 kilómetros.

En su origen, la plataforma Wilkins cubría 16.000 kilómetros cuadrados. En las últimas décadas ha perdido el tercio de su superficie, pero aun así sigue siendo del tamaño de Jamaica. “Realmente podría desprenderse en cualquier momento”, añade Vaughan, aunque quizás pueda durar semanas o meses. Una vez se desprenda, el hielo será absorbido por el mar.

En los últimos 50 años otras nueve plataformas han retrocedido o colapsado alrededor de la península antártica: Larsen A, Larsen B y Larsen C, Príncipe Gustav, Muller, Jones, Wordie, George VI norte, George VI sur y Wilkins. En total, se estima que han desaparecido unos 25.000 kilómetros cuadrados de hielo.

“Tanto ésta como las otras nueve plataformas que hemos visto con una trayectoria similar son consecuencia del calentamiento”, dice Vaughan. Algunas de ellas tenían al menos 10.000 años de edad. En el continente, el espesor medio del hielo es de unos tres kilómetros, y se han extraído “testigos” (muestras) de hasta 800.000 años.

La pérdida de plataformas continentales no suele afectar al nivel del mar significativamente porque es hielo que en buena parte está sumergido en el agua. Lo que sí preocupa a los científicos es que, al desaparecer, permita el desplazamiento de los glaciares continentales hacia el mar, algo que sí alterará el nivel del agua.

La temperatura en la península antártica ha aumentado unos 3ºC desde 1950, en contraste con el resto del continente blanco, donde apenas se han registrado indicios de calentamiento. O al menos esto es lo que se creía hasta ahora, ya que en un estudio científico que esta semana publicará la revista Nature se avanza que en los últimos años la Antártida ha sufrido un calentamiento general.


viernes, 24 de octubre de 2008

Un barco consigue rodear el Polo Norte

Tal es la reducción en la superficie helada del Ártico, que un barco científico ha podido rodear el Polo Norte sin tener que romper el hielo. La superficie helada en el Ártico se redujo este verano al segundo menor nivel en 30 años.

La expedición científica está muy preocupada, su barco, llamado “Polarstern” (Estrella polar) recorrió durante más de dos meses alrededor de 20.000 kilómetros, dando una vuelta completa al Polo Norte bordeando Groenlandia, Canadá, Rusia y Noruega.

Sin duda, una muy mala noticia, desde que existen registros, nunca antes ambos pasos habían quedado libres de hielo y abiertos a la navegación.

El año pasado ya sucedió con el Paso del Noroeste, la ruta marítima que une los océanos Atlántico y Pacífico a través del Ártico. Este año, la posibilidad de navegar sin el uso de rompehielos se ha extendido al Paso del Noreste, que parte del Mar del Norte y llega hasta el Estrecho de Bering bordeando la costa rusa.

Los científicos alertan que el hielo ártico es uno de los factores clave en el equilibrio del clima global. No sólo porque se trata de una región que responde con especial sensibilidad a los cambios climáticos que se producen en el planeta. Además, las alteraciones que se registran en el Ártico influyen decisivamente en el clima global.

Esta disminución de capa de hielo facilita el acceso a la exploración y extracción de petróleo en el Ártico, zona que se cree que contiene alrededor del 25 por ciento de las reservas de petróleo y gas restantes en el mundo.

martes, 9 de septiembre de 2008

El aumento de temperaturas hará desaparecer los glaciares pirenaicos antes de 2050

Los glaciares pirenaicos desaparecerán antes de 2050 debido al aumento progresivo de la temperatura, que desde 1890 se ha incrementado en 0,9 grados de media, según las conclusiones de un trabajo en el que han participado científicos de la Universidad de Cantabria, de la Autónoma de Madrid y de Valladolid.

La labor de los investigadores ha consistido en realizar una síntesis del estado actual de los glaciares en Pirineos, Picos de Europa y Sierra Nevada. Para ello han observado la evolución climática desde la Pequeña Edad de Hielo (del año 1300 a 1860) hasta el periodo actual. Los autores recabaron datos acerca del glaciarismo actual e histórico junto con información obtenida gracias al Programa Nacional ERHIN (Estudio de Recursos Hídricos y Nivales) de las tres áres aglaciadas en la Península Ibérica. La investigación de este grupo de expertos españoles señala que en un siglo (entre 1880 y 1980) pasaron al olvido 94 glaciares ibéricos y desde la década de los 80 hasta el momento presente han desaparecido otros 17 más

En estos momentos en la cordillera pirenáica sólo se pueden encontrar 21 glaciares (10 en la parte española y uno más en la zona francesa). La investigación demuestra que la rapidez con la que se ha producido el derretimiento ha ocasionado la desaparición de todos los glaciares pequeños y de un 50%-60% de la superficie de los más grandes. No siempre ha sido así, porque los glaciares en la península han pasado por momentos de mejor vida como el peridodo más frío y que registró un mayor crecimiento de ellos en las altas montañas españolas entre 1645 y 1710. Desde esa fecha y hasta principios del siglo XIX sufrieron un retroceso en los Pirineos, pero gracias a una nueva bajada de temperaturas se recuperaron. Sin embargo, desde ese periodo hasta la fecha la temperatura se ha incrementado entre 0,7grados y 0,9 grados en las montañas del norte de España , generando con ello una seria amenaza para la supervivencia de los glaciares.

"Las altas montañas son espacios especialmente sensibles a los cambios climáticos y ambientales, y dentro de ellas, la evolución de los glaciares es uno de los indicadores más eficientes que evidencia el calentamiento global que estamos viviendo", advirtió el investigador jefe del estudio y profesor en la Universidad de Cantabria, Juan José González Trueba, que recordó que los glaciares son "geoindicadores del cambio climático".


jueves, 10 de julio de 2008

Expectativa en Argentina por la inédita ruptura del Perito Moreno en invierno

El más famoso de los glaciares de la Patagonia argentina, el Perito Moreno, está resquebrajándose y tal vez en dos días terminará produciéndose la rotura de una gran masa de hielo. La quiebra solía ocurrir cada tres o cuatro años y durante el verano austral, pero esta vez sucederá sólo dos años después de la última fractura y en pleno invierno, fenómeno que el intendente del Parque Nacional Los Glaciares, Carlos Corvalán, atribuye al calentamiento del planeta. El último rompimiento se registró el 14 de marzo de 2006. Desde 1951 que no se producía en esta época del año.

Corvalán consideró probable que el fenómeno se produzca en pleno invierno porque “el hielo no debe tener la misma dureza que de costumbre”, lo que estimó se puede adjudicar “al cambio que experimenta la temperatura del planeta”. El Perito Moreno nace en el Hielo Continental Patagónico, en la frontera con Chile, y avanza lentamente hacia el este como un colosal río de hielo de más de 25 kilómetros de largo hacia el Canal de Los Témpanos del Lago Argentino.

En su desembocadura, su frente de cuatro kilómetros de ancho se eleva más de 60 metros sobre el nivel del agua y, a causa de su movimiento de avance y compresión, gigantescos bloques de hielo se desprenden en un estrépito sólo comparable al sonido de un trueno. El resquebrajamiento del Perito Moreno comenzó el viernes, cuando se abrió una fisura en el dique que separa dos zonas del Lago Argentino, el Canal de los Témpanos y el Brazo Rico. Se forma un túnel y caen con estruendo agujas de hielo, hasta que termina desmoronándose el puente.

El glaciar Perito Moreno es el mayor de los 356 que conforman el Parque Los Glaciares y es visitado por miles de turistas cada año. Se habilitó un sitio de internet www.epatagonia.gov.ar/glaciar para seguir el proceso minuto a minuto.


martes, 1 de julio de 2008

Adiós a las nieves del Kilimanjaro

Las famosas y perennes nieves del Kilimanjaro pueden tener los días contados, o al menos, así lo atestiguan las 316 imágenes recogidas vía satélite por encargo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

África sólo es responsable de un 4% de las emisiones de dióxido de carbono que contaminan la atmósfera terrestre y sin embargo, la globalización de las emisiones le afectan directamente, además de que viven allí millones de personas también hace estragos en la naturaleza en la que viven por una cuestión de pura supervivencia.

En el estudio se recogen fotografías actuales y otras de hace 35 años que demuestran que las nieves del Kilimanjaro desaparecen, que el lago Chad está prácticamente seco y que los glaciares de las montañas ugandesas de Rwenzori, hogar de los famosos gorilas de Diane Fossey, han disminuido hasta un 50% en unas pocas décadas.

Y no sólo la nieve se está viendo afectada, aumentan las calvas que se ven en las selvas del Congo, destinadas a sacar madera, el bosque espinoso ha sucumbido en los últimos 30 años a los cultivos y la necesidad de contar con leña, el combustible de los pobres, y en Sudán se ha afectado gravemente a las frágiles colinas de Jebel Marra, un ecosistema único que ha perdido sus árboles y sus arbustos en poco tiempo.

Los ministros africanos se están alarmando, y por ello, reclaman a los países industrializados que corten sus emisiones contaminantes más de lo previsto, petición que se antoja harto complicada.

jueves, 26 de junio de 2008

La pérdida de hielo en el Ártico será récord este año

El ritmo de pérdida de hielo en el océano Ártico, que se ha acelerado cada verano en las dos últimas décadas, se encamina a otro récord este año, afirmó hoy un científico de la Universidad de Colorado. Se ha documentado la extensión del manto helado en el Ártico y en la Antártida por más de una década, y ha medido las pérdidas de hielo en ambas regiones durante los veranos. Sobre esta base de esos datos, el Centro hace proyecciones del futuro de la cubierta de hielo.

Los científicos han calculado que, si continúan las pautas actuales de cambio climático global, el Ártico podría perder todo el hielo durante el verano dentro de cinco a diez años.

En el verano de 1980 el manto helado sobre el Ártico cubrió 7,8 millones de kilómetros cuadrados, y el año pasado esa cubierta se estrechó a 4,2 millones de kilómetros cuadrados. La pérdida de la cubierta de hielo por el calentamiento global, a su vez, acelera el aumento de la temperatura de los mares y la atmósfera, explican los científicos.

El hielo aumenta la reflectividad de la superficie a los rayos del Sol, y si se derrite el agua oceánica absorbe más energía solar y se calienta más rápido.


miércoles, 11 de junio de 2008

Deshielo del permafrost

Alteraciones en ecosistemas como la tundra, desestabilización de edificios y carreteras, árboles que pierden su verticalidad, rutas migratorias afectadas, corrientes marinas y fluviales perturbadas o liberación de enormes cantidades de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Son algunas de las consecuencias de que el permafrost, el subsuelo terrestre que permanece congelado, se esté derritiendo por efecto del calentamiento global.

Las regiones con permafrost ocupan una cuarta parte de las tierras emergidas del planeta, entre ellas las zonas polares y de alta montaña. Groenlandia está cubierta casi en su totalidad por permafrost, mientras que Canadá, Alaska, el norte de Europa, Asia o la Antártida cuentan con grandes zonas de este subsuelo congelado. En este sentido, algunas ciudades del Noreste de Siberia se han construido sobre este cimiento natural.

Cada vez más investigaciones alertan del derretimiento progresivo de esta capa de hielo como consecuencia del cambio climático. Según una simulación realizada en el Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas (NCAR) estadounidense, de mantenerse las actuales condiciones, de aquí a 2050 la mitad del subsuelo helado del hemisferio norte podría desaparecer y, para 2100, hasta un 90% de la superficie actual.

En uno de los ríos más largos del mundo, el Lena, que atraviesa Siberia central y desemboca en el Océano Ártico, los efectos ya se perciben de manera notable. Así lo ha indicado un trabajo realizado por científicos franceses, rusos y estadounidenses, coordinados por el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia.

Los investigadores han comprobado que cada año es mayor el permafrost de esta zona que se derrite, lo que provoca que esa agua de deshielo acabe en el Lena. El aumento del caudal del río está erosionando sus riberas, lo que constituye un grave peligro para los asentamientos urbanos cercanos. Asimismo, durante el invierno, el Lena congelado es utilizado para el transporte de mercancías por camión. Al estar perdiendo su grosor, esta "autopista" podría estar en peligro, lo que afectaría a la economía de la región.

Los científicos que estudian el cambio climático están otorgando al permafrost una importancia cada vez mayor. Si continúa su deshielo, además de sus negativas consecuencias sobre los ecosistemas o las infraestructuras humanas, contribuirá a intensificar el calentamiento global. Este hecho se debe a que en sus capas superiores almacena grandes cantidades de CO2 y metano, dos de los peores gases de efecto invernadero (GEI). Si el permafrost se derrite, estos gases contaminantes acabarían escapando a la atmósfera.


jueves, 17 de abril de 2008

Casas flotantes contra el cambio climático

Diversos proyectos, especialmente en Holanda, proponen casas flotantes para hacer frente a la subida del nivel del mar que se espera en los próximos años. Tulipanes, molinos de viento, y casas anfibias. El paisaje holandés podría volverse aún más peculiar en los próximos años si prosperan los proyectos de construcción de viviendas capaces de flotar en caso de que las aguas suban por efecto del cambio climático. Además de Holanda, iniciativas de otros países también ofrecen sus diseños, en algunos casos más próximos a la ciencia ficción.

La subida del nivel de las aguas es uno de los negativos efectos que se le achacan al cambio climático. Al ritmo actual, Naciones Unidas predice que para 2080 tendrá consecuencias devastadoras para millones de personas en todo el mundo. Holanda, cuyo veinte por ciento se encuentra bajo el nivel del mar, sería uno de los países que más podría sufrir este problema. Según un estudio de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, las diez ciudades con mayor riesgo, en términos económicos, se encuentran en dicho país, además de en Estados Unidos y Japón.

Por ello, en este país empieza a cobrar fuerza la idea de construir casas flotantes, si como predicen los modelos de cambio climático, los sistemas de diques y canales ya no van a ser suficientes para evitar el empuje de las aguas. Diversas empresas de diseño arquitectónico y algunos promotores urbanísticos, con el apoyo del gobierno holandés, están trabajando en ello.

Dura Vermeer, una de los principales constructoras del país, ha levantado una manzana de viviendas flotantes en Maasbommel, a orillas del río Maas, basándose en los diseños de un estudio importante de la capital, Factor Architecten. Si se produce una inundación o el nivel de las aguas aumenta, las casas y sus cimientos flotarán. Aunque todavía no se han tenido que poner a prueba, las predicciones sobre cambio climático apuntan a que este río se inundará cada doce años.

Además de Holanda, otros países cuentan también con empresas que proponen algún sistema similar. En Alemania, la compañía Floating Homes ha ideado modelos de dos pisos de altura y que disponen de su propio embarcadero. En Canadá, la empresa International Marine Flotation System ofrece ejemplos de este tipo de viviendas que ha construido en diversas partes del mundo. La empresa chilena Sitecna hace valer su especialización en el sector del mantenimiento y reparación de sistemas navales para idear modelos de casas flotantes.


martes, 8 de abril de 2008

Cientificos constatan como la Antartida se resquebraja debido al cambio climatico

Un enorme bloque de hielo del tamaño de la isla de Manhattan se ha desprendido de la Antártida y gran parte de la plataforma Wilkins pende ahora ‘de un hilo’, en un fenómeno que los científicos atribuyen al impacto del cambio climático. La British Antartic Survey (BAS, en inglés), una institución británica dedicada al estudio del ‘continente blanco’, ha grabado imágenes vía satélite y de vídeo que muestran cómo un gigantesco bloque de 41 kilómetros de largo y 2,5 de ancho parece haberse separado en los últimos días de la Península Antártica y continúa desplazándose.

Una gran parte de la plataforma Wilkins -una masa de hielo flotante de 16.000 kilómetros cuadrados, es decir, del tamaño de Irlanda del Norte- está ahora sostenida ‘únicamente’ por una delgada franja de hielo suspendida entre dos islas. ‘No esperaba ver que esto ocurriera tan rápidamente. La plataforma de hielo pende de un hilo’, afirmó el científico David Vaughan en un comunicado difundido por la BAS. Fue este mismo experto el que predijo, en 1993, la probabilidad de que se perdiera la zona norte de la plataforma Wilkins en un plazo de treinta años si el calentamiento climático en la península continuaba al mismo ritmo.

El glaciólogo Ted Scambos, de la Universidad de Colorado (EE.UU.), alertó a Vaughan y a su colega Andrew Flemin, ambos de la British Antarctic Survey, de que la plataforma de hielo se encontraba en peligro. Tras comprobar las imágenes de satélite diarias, la BAS envió un avión Twin Otter en una misión de reconocimiento para comprobar la extensión del resquebrajamiento. ‘Nunca había visto nada igual. Era impresionante’, explicó Jim Elliott, que fue a bordo del avión para captar la dimensión de los daños.

‘Volamos a lo largo de la grieta principal y observamos la gran magnitud del desplazamiento desde el punto de ruptura. Pareciera que grandes pedazos de hielo, del tamaño de pequeñas casas, hubiesen sido esparcidos como escombros. Es como si se hubiese producido una explosión’, añadió. Esta rotura es el último drama experimentado por la región antártica, que ha sufrido un calentamiento sin precedentes en los últimos cincuenta años. Numerosas plataformas de hielo han retrocedido en los últimos treinta años, de las que seis se han colapsado totalmente: el Prince Gustav Channel, Larsen Inlet, Larsen A, Larsen B, Wordie, Muller y la Plataforma Jones Ice.

‘El calentamiento climático en la Península Antártida ha desplazado más al sur el límite de viabilidad para las plataformas de hielo, con lo que algunas que solían ser estables están retrocediendo y podrían acabar por desaparecer’, indicó el científico de la BAS David Vaughan. A su juicio, la rotura en la plataforma Wilkins no tendrá ‘ningún efecto’ en el nivel del mar, porque ‘está todavía flotando’, pero ‘es otra indicación del impacto que el cambio climático está teniendo en la región’. La plataforma Wilkins ha permanecido estable durante la mayor parte del último siglo, pero comenzó a disminuir en los años noventa. En 1998, se produjo un gran fractura con 10.000 kilómetros cuadrados de hielo que se perdieron en cuestión de meses

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