A menor contaminación del aire, más cambio climático. En apariencia contradictorio, se trata de un efecto del "brillo global", un fenómeno que se estaría produciendo desde hace tres décadas, según un reciente estudio. En cualquier caso, los científicos recuerdan que el clima es tan complejo que se requieren más investigaciones para conocer correctamente el alcance de los cambios que puede experimentar.
La niebla, la neblina y la bruma se han reducido en Europa en las últimas tres décadas, lo que habría contribuido al calentamiento global entre un 10% y un 20%, según un estudio publicado recientemente en la revista Nature Geoscience. Sus autores, un grupo de investigadores encabezados por Robert Vautard, de la Comisión Francesa de la Energía Atómica (CEA en sus siglas francesas), creen que este hecho podría explicar que durante dicho periodo Europa se haya calentado 0,5 grados por década más de lo predicho por los modelos de cambio climático.
Los investigadores han analizado los datos de 342 estaciones meteorológicas y han descubierto que el número de fenómenos de "baja visibilidad" se ha reducido "de forma masiva" en un 50% desde los años 70 del siglo XX. La reducción de la contaminación ambiental sería la principal causa, según los expertos de la CEA. En concreto, destacan la disminución de las emisiones de dióxido de azufre (SO2), gracias al endurecimiento de las normas medioambientales europeas y al desmantelamiento de la industria pesada de la antigua Unión Soviética.
Este descubrimiento reforzaría el fenómeno conocido como brillo global, lo que invertiría la tendencia de su opuesto, el "oscurecimiento global". Las partículas contaminantes oscurecen las nubes, y la niebla y similares no son más que nubes a nivel del suelo. Con unos cielos más oscuros, la radiación solar que atraviesa la atmósfera es menor. En cambio, un cielo despejado, más "brillante", permite que una mayor radiación solar alcance la superficie terrestre, lo que se traduciría en un aumento de las temperaturas.
La niebla, la neblina y la bruma se han reducido en Europa en las últimas tres décadas, lo que habría contribuido al calentamiento global entre un 10% y un 20%, según un estudio publicado recientemente en la revista Nature Geoscience. Sus autores, un grupo de investigadores encabezados por Robert Vautard, de la Comisión Francesa de la Energía Atómica (CEA en sus siglas francesas), creen que este hecho podría explicar que durante dicho periodo Europa se haya calentado 0,5 grados por década más de lo predicho por los modelos de cambio climático.
Los investigadores han analizado los datos de 342 estaciones meteorológicas y han descubierto que el número de fenómenos de "baja visibilidad" se ha reducido "de forma masiva" en un 50% desde los años 70 del siglo XX. La reducción de la contaminación ambiental sería la principal causa, según los expertos de la CEA. En concreto, destacan la disminución de las emisiones de dióxido de azufre (SO2), gracias al endurecimiento de las normas medioambientales europeas y al desmantelamiento de la industria pesada de la antigua Unión Soviética.
Este descubrimiento reforzaría el fenómeno conocido como brillo global, lo que invertiría la tendencia de su opuesto, el "oscurecimiento global". Las partículas contaminantes oscurecen las nubes, y la niebla y similares no son más que nubes a nivel del suelo. Con unos cielos más oscuros, la radiación solar que atraviesa la atmósfera es menor. En cambio, un cielo despejado, más "brillante", permite que una mayor radiación solar alcance la superficie terrestre, lo que se traduciría en un aumento de las temperaturas.