Un ingeniero del Instituto Tecnológico de Georgia, Mulalo Doyoyo ha desarrollado un tipo de hormigón a partir de las cenizas procedentes de la industria, convirtiendo un desecho en una materia prima realmente útil. Esas cenizas son mezcladas con varios productos químicos orgánicos para dar como resultado un material ligero, muy resistente y con unas magníficas propiedades aislantes, al que ha llamado Cenocell. Para su elaboración no se usan elementos que sí se utilizan en la fabricación del hormigón convencional, tales como el cemento. Este material podría sustituir al hormigón o a la madera en la construcción o en el sector aeroespacial.
Cada año, las plantas que generan energía a partir del carbón, las fábricas de acero y otras instalaciones energéticas e industriales producen millones de toneladas de desperdicios, la mayor parte de ellos en forma de ceniza resultante de diferentes procesos de combustión.
A diferencia del hormigón, que es el resultado de una mezcla de materiales unidos gracias elementos químicos, el Cenocell es un material homogéneo. Su tamaño y resistencia depende tanto del tiempo de endurecimiento como del tamaño de las partículas de ceniza usadas para su elaboración. Con estos datos, su creador asegura que podría ser fabricado a razón de 50 dólares por kilómetro cúbico.
Cada año, las plantas que generan energía a partir del carbón, las fábricas de acero y otras instalaciones energéticas e industriales producen millones de toneladas de desperdicios, la mayor parte de ellos en forma de ceniza resultante de diferentes procesos de combustión.
A diferencia del hormigón, que es el resultado de una mezcla de materiales unidos gracias elementos químicos, el Cenocell es un material homogéneo. Su tamaño y resistencia depende tanto del tiempo de endurecimiento como del tamaño de las partículas de ceniza usadas para su elaboración. Con estos datos, su creador asegura que podría ser fabricado a razón de 50 dólares por kilómetro cúbico.
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