El correcto reciclaje del aceite usado, como se apunta en la Escuela de Reciclaje en el Hogar de Consumer Eroski, pasa por depositarlo en un recipiente adecuado y llevarlo a lugares específicos para su recogida, como los puntos limpios. Sin embargo, la falta de concienciación, el desconocimiento, o las pocas facilidades para su recogida llevan a la gran mayoría de los consumidores a verterlo en la basura o por el fregadero, lo que puede suponer un grave problema medioambiental y de salud pública. Para empezar, este residuo contribuye a la reproducción de potenciales bacterias nocivas en las cañerías, a la obstrucción de las mismas al solidificarse y a la generación de malos olores en las casas.
Pero ahí no acaba el problema: un solo litro de aceite doméstico puede contaminar mil litros de agua y provocar importantes alteraciones en los ecosistemas naturales. Por ejemplo, se puede adherir a las agallas de los peces, y en la superficie de los ríos crear una capa que deteriore su oxigenación. Por ello, diversos expertos aconsejan utilizar este aceite usado para producir biocombustible. Jose Santamarta, responsable del Instituto World Watch en España asegura que "es fácil, aceptado y es la forma más razonable de producir biodiésel, solucionando un problema de contaminación ambiental."
Asimismo, su uso como combustible diésel permite abaratar costes de producción, y se trata de una buena materia prima, según un estudio de un equipo de científicos de la Universidad de Castilla-la-Mancha y de la Universidad de Antioquia (Colombia), que ha demostrado que no genera más emisiones de CO2 que los aceites puros. No obstante, la producción de este tipo de biodiésel es más bien menor, debido a diversas razones de tipo tecnológico, económico, o normativo. Asimismo, en España, las grandes compañías petroleras, a las que no les interesa vender este tipo de biodiésel, controlan la gran parte de la distribución en gasolineras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario